lunes, 27 de septiembre de 2010

Una huelga sin fuste alguno.

A medida que se acerca la huelga general, veo en television que las tensiones aumentan y de qué manera. El ámbito sindical se endurece hasta el punto de no aceptar coherentes servicios mínimos, escupiendo soflamas que solo buscan asustar al trabajador, a quien, curiosamente, dicen defender. Creo que el sindicalista convencido, el qué al igual que el político, que solo le preocupaba el bien de los demás, creo os decia, que expiraron hace décadas para convertirse en la náusea perpetua del obrero. La amenaza de Esperanza Aguirre de suprimir liberados (aprovechados, diría yo) sindicales, ha provocado un pavor enorme, propiciado por el hecho de verse obligados a trabajar de nuevo, algo que ya olvidaron hace tiempo. Estos personajes, los del puño en alto, los de las amenazas públicas, proponen una huelga por las buenas, o por las malas, dando un ejemplo de contundente democracia, ( se habla de unos 18.000 sindicalistas liberados, esto es que cobran un sueldazo sin trabajar ni un solo día en sus empresas, y sabiendo que no pueden ser despedidos.
    Pase lo que pase el 29-S, tras la dura jornada, los compañeros (y compañeras, claro) refrescaran juntos el gaznate para celebrar el éxito de la huelga, aunque tan sólo la hayan secundado cuatro despistados, y ademas presionados por los piquetes llamados informativos, que salen a la calle para obligar a cerrar a cuantos comercios o empresas se encuentren por el camino, rompiendo puertas o escaparates, al amparo de una democracia, que protege a los delincuentes y a los  sinverguenzas. Entre tanto, el resto, los trabajadores de verdad, quienes madrugan o trasnochan  para llevar un trozo de pan a su hogar, y sobre todo los millones de parados,  autónomos, y  pequeños empresarios, nos preguntaremos atónitos... ¿ y qué he ganado yo con esta patochada?  Ya les contesto yo: NADA.

No voy a parar de dar mi opinión o puede que lo haga mañana mismo, pero siempre sera mi decisión, es lo que hay, es lo que tengo y si te vale, vuelve otro día, y si no...... Pega la vuelta.                 

 Firmado: ertiopaco