jueves, 4 de julio de 2013

La verdadera historia.

   Hace tiempo estuve curioseando unas cajas que contenian objetos de mi abuela, que a su vez los tenia guardados mi padre. Entre ellos encontre un viejo cuaderno de cuentas que debía  de tener muchos años. Cual no seria mi sorpresa cuando descubri que poco mas adelante de las anotaciones borrosas empezaba una narración. ¿Seria posible que mi pasion por la lectura y  por escribir me fuese trasmitido por un antepasado al que apenas recordaba?
   No daba credito al escrito que apenas podia leer por la emocion y por la huella que en las hojas habia dejado el paso del tiempo. Pero lo cierto es que alli estaba, en mis manos lo tenia. Mi abuela había escrito su autobiografia.
   Contaba su infancia, como tuvo que asumir el puesto de su padre a su muerte, su encuentro con mi abuelo, el nacimiento de sus  nueve  hijos... Terminaba expresando lo feliz que se sentia tras las calamidades sufridas. De no ser por el azar, ese minúsculo trozo de historia se hubiera perdido. Y es que la historia es, en esencia, un gran agujero negro.
    De mis años de colegio recuerdo que lo que menos me gustaba estudiar era la historia, la tenia como una coleccion de fechas, reyes, batallas y politiqueo. Es lo que queda en los libros y es a lo que suelen prestar atencion los historiadores, que parecen disfrutar contando la vida de los imperios y no la de sus gentes.
    Cuando los historiadores futuros escriban sobre estos dias, quizas ventilaran en una frase el sufrimiento de miles de familias echadas de sus hogares por no poder pagar sus deudas.
   Hablaran de luchas de poder y politicos corruptos, convertiran en relevante lo que hacia el 1% de la poblacion, y lo sucedido con el 99% restante se reducira a un par de palabras quizá a estas: "malestar social".
   Los estudiantes del futuro conocerán los nombres de los presidentes del gobierno, esos que por defecto reciben la Orden de Isabel la Catolica, que premia (y véase la ironia) "aquellos comportamientos extraordinarios que realizaron en beneficio de la Nacion".
   Pero la verdadera historia, la que ocupa seis míseras cuartillas, estará perdida.

Para mí cuando menos, NO, !!Gracias abuela¡¡