El pobre de mi padre gimió, y sintió que el mundo se le caía encima, entro de nuevo en casa y cambiándose de ropa, salio disparado en su bici para avisar a los demas vecinos de que en vez de salir hacia Cartagena a recibir al Generalisimo, había que cambiar el rumbo y salir en vusca de una Comadrona por los pueblos vecinos, a saber por donde andaría con la nochecita que hacia y el dia que se presentaba, y sin móvil, ni teléfono fijo siquiera, que aunque hoy cueste creerlo, hace no tantos años que ni existían.
Tras llamar a muchas puertas, sin conseguir localizar una comadrona, mi padre recurrió a una tal Mariana que le dijeron en Torre Pacheco que ayudaba a dar a luz a algunas vecinas parturientas, se dio la coincidencia de que también estaba embarazada por lo que no podia ir en bici, por lo tanto mi padre volvió a La Puebla y si nadie había encontrado ayuda, cambiar la bicicleta por una tartana prestada que estaba preparada para ir a Cartagena para ir a recoger a la citada Mariana.
Según describio después la señora era chillona, enredadora, fisgona y muy dada a las supersticiones. No era la persona ideal y aunque al principio se negó a asistir a mi madre al parto, mi padre lejos de enfadarse insistió con paciencia y acompañados de un cuñado Misionero ó Franciscano que estaba de visita esos días en su casa, salieron hacia donde mi madre esperaba acontecimientos. Los tres durante el viaje vieron como empezaban a caer las primeras gotas, gordas como cerezas. Mariana diría más tarde que aquella lluvia olia mal, mi padre aseguraba que el agua no tenia nada especial, y que el unico tufo que percibió fue el de la comadrona o lo que fuera, la cual sudaba mucho y parecía una sandía con pies. En cualquier caso, hoy parece claro que la insistencia de mi padre resultó fatal, porque Mariana, que sin duda tenia manos dotadas para hurgar las entrañas, tenia también la mente mas perversa y la lengua mas larga de toda la comarca. Y fue ella la encargada de difundir aquellas extrañas fantasias acerca de mi nacimiento.
Yo fui el protagonista de aquel miércoles 10 de Febrero durante todo el largo día, pero he de disculparme por no poder reproducir con precisión lo sucedido.
Se conoce que fue un parto dificil, mi madre debio sufrir mucho por que los dolores se prolongaron durante todo el dia y hasta bien entrada la noche. Según la señora Mariana, yo salia del revés, con el cordón enroscado y decidido a hacerla sudar como ninguna criatura lo había hecho jamás. Mi padre no pudo comprobar si tal cosa era cierta, porque fue expulsado de la habitación y en compañía del misionero estubo todo en tiempo a la espera en el salón, y solo asomo la cabeza para traer agua hirviendo y trapos limpios. Siempre según Mariana, cuando me vio salir estaba mucho mas colorado que otros recíen nacidos. Yo por fuerza de Dios tenia que ser Rojo, pues estaba en zona republicana durante una guerra que solo hacia 13 años que había terminado. (La madre que la parió)
Los sucesos ciertos y las simples mentiras son dificiles de distinguir cuando no podemos recordarlos y hasta nosotros llega tan solo, un puñado de habladurías de gente ignorante. Pero, si bien lo que he contado hasta ahora puede resultar creíble una vez descartadas las exageraciones, aquello que segun la loca de Mariana ocurrio a continuacion ofende a la inteligencia. Mi especial comadrona cuenta que, habiendome desligado y zarandeado, le parecio escuchar, gracias a su fino oído, un lloro mezclado con insultos y blasfemias. También asegura que la noche se estremeció y se lleno de luces, Maríana me abandonó en brazos de mi madre y corrió hacia los dos hombres. Tan enloquecida iba, que mi padre tuvo que abrirle la puerta de la casa, y con su hermano salieron tras ella para ver que pasaba. Cada uno de ellos tuvo una visión distinta. Mi padre no vio nada extraño: relámpagos de tormenta. El misionero dijo, en principio, que había presenciado la rabia del cielo, pero no supo describirla.Al correr del tiempo, su versión se fue pareciendo cada vez mas a la de su hermana. Lo que la comadrona vio ú ollo solo ella lo sabe y, aunque mas tarde medio pueblo corroboro sus palabras muy pocos debieron de abrir los postigos en pleno chaparron y a esas horicas de la noche. Creo de todo corazón que la historia la invento y difundió la dichosa Mariana y solo ella. Juró desde aquel mismo día que había visto unos caminos de luz esbozando la forma de una cruz, que se prolongaban en su base y apuntaban hacia nuestra casa.
Que la mujer grito y profirió maldiciones sobre mí, debe ser cierto sin duda, lo reconozco, porque mi padre podía recordar las palabras exactas y el escalofrío que le produjeron.
--Los hijos de las tinieblas se han llevado al niño y, en su lugar han traído un demonio.!!Maldita sea esta criatura que ha malogrado el viaje de todo un pueblo a rendir alavanzas al Generalísimo Franco!!
Se conoce que la comadrona se dejó llevar por la exaltación piadosa, y se enfrasco en citas bíblicas sin pies ni cabeza profetizo el abandono de Dios y el infierno como único fin. Mi padre intento pagarle su tiempo, y llevarla de vuelta a su casa, pero no lo logró. Volvió adentro y cerro la puerta.
Cuando me vio aferrado a mi madre, y mamando tan tranquilo, pensó que no había para tanto y dejandose recostar junto a mi madre se dijo, que para ser un demonio no era tan feo, y dandome vesos y caricias se durmió.
Entre la realidad y la fantasía no podréis negar que fué un nacimiento un tanto especial, !digo yo!.
jolín, especial dices? si podrias hacer el guión de una peli de terror con poco más. A mí me ha dado miedo leer eso de esa, espero que sea una loca. Bueno reconozco que yo con poco me asusto.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato de tu nacimiento. Pese a lo que dijo esa señora, fuiste bienvenido al mundo y lo sigues siendo.
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