miércoles, 3 de noviembre de 2010

Despues de una comida gratis.

Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que no invitaba a nadie aquí, y menos con la intención de que se quedara. Abreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo, que hoy nos vamos a poner moraos. Y ablando de ponerse, vete poniéndote cómoda, que estas en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte nunca mas. Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de ser tu cobijo en la mas grande amistad. El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse incómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos están todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansados de andar trabajando por mejorar la calidad de vida de un pueblo. No pises aún que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso. El interruptor general de la corriente está detrás de cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón. No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y  hablando del tema, he intentado siempre y seguire intentando que la temperatura del agua siempre esté a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve a entrar pasados unos minutos, Tampoco me funciona muy bien la lavadora hay muchas cosas mías que necesitarán más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que como es normal, se acabaran gastando de tanto lavarlas. Para acabar te he dejado un sofá de lujo, un hombro a prueba de bombas y algo de pollo hecho en la nevera. Para que los disfutes a tu gusto, cuando lo necesites, aquí no vienes a rendir cuentas, ni a dar explicaciones. Encontraras que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar, pero es lo que tengo, y lo que soy, lo que encontraras, si no hay más, no lo ay, aunque no paro de pedir presupuestos para cambiar todo lo que tengo estropeado en mí.

1 comentario:

  1. La perfección no existe, pero si la humanidad, el sentimiento, el querer hacer las cosas lo mejor que uno sabe, el saber rectificar,el darse con integridad en todo lo que uno hace, aunque a veces cometamos errores.Muy poquitos son los que tienen su casa perfectamente amueblada.
    Precioso lo que has escrito; me siento invitada a tu casa, aunque se que siempre lo he estado. La mia...aunque esta muy mal amueblada, y aunque parezca que no estoy casi nunca, no necesito decir, porque de sobra lo sabes, que las puertas siempre estan abiertas para mis amigos. Me encanto leerte.

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