La persona y su proyección futura.

Toda persona tiene  un período vital durante el cual debe ser responsable de sus actos procurando que en el transcurso de su vida sus acciones tiendan  a ser armónicas con las de demás personas de su entorno, en pocas palabras, debe procurar ser feliz y hacer felices a sus semejantes, de esa manera lograríamos tener una sociedad que en alto grado sería perfecta y dentro de una normalidad, sería razonablemente aceptable.
   Pero no olvidemos que nuestra vida se proyecta hacia el futuro a través de nuestros descendientes, nosotros nos iremos pero al dejar esos eslabones de vida futura estamos asumiendo la gran responsabilidad no solamente de nuestros actos, sino también la de aquellos seres que un día engendramos y que hemos aportado a la sociedad. Bien es verdad que jurídicamente nadie nos hará responsables de la conducta de nuestros descendientes, sobre todo una vez que nosotros hayamos fallecido, pero seremos doblemente felices si el legado humano que aportamos y trasciende a nuestra vida, esta formado por personas útiles a la sociedad.
   Si miramos a nuestro alrededor vemos que a muchos de nuestros jóvenes desgraciadamente no se les está formando adecuadamente para el futuro, les dotamos de un erróneo proteccionismo que no hará sino que perjudicarles para cuando se tengan que incorporar de manera activa y responsable a la sociedad.
   Es una pena observar que las posibilidades educativas y formativas de las que hoy día disponen las echan por la borda sin considerar que sus antecesores no las tuvieron y que con su esfuerzo se las están proporcionando a ellos. Nadie parece decirles que el formarse para el futuro requiere esfuerzo y sacrificio, que aunque la vida es bonita y en ella se puede ser feliz, esta felicidad hay que dosificarla y alternarla con trabajo y esfuerzo para formarse.
   Nadie parece decirles tampoco que deben respetar a sus mayores, a sus profesores y en general a todas aquellas personas que debido a su experiencia puedan aportarles algo que les enriquezca ¿Creén de verdad los jóvenes que las verdaderas y buenas relaciones las encontrarán haciendo botelleo los fines de semana, perjudicando su salud y su descanso reparador del esfuerzo que deberían haber desarrollado?.
  No ven el ejemplo que tienen a su alrededor de miles de inmigrantes que se juegan la vida en algunos casos para recoger las migajas de muchos de nuestros jovenes y que en el futuro serán muy superiores a alguno de ellos  porque tienen la mejor escuela posible, la falta de proteccionismo, la lucha y el esfuerzo.
  No se dan cuenta de que el fracaso de muchos matrimonios de jóvenes se debe a que al carecer de la capacidad de esfuerzo, sacrificio y responsabilidad para asumir tan noble tarea les hace abdicar de esa obligacion para volver a la vida más cómoda, si es posible en casa de sus padres, alegando entonces que lo han hecho por desamor.
   Que me perdonen aquellos jóvenes que no se sientan identificados con estas cosas que digo, a ellos no van dirigidas estas lineas, mi mayor orgullo como cartagenero-murciano,sería que aquellos que nos sustituyan en el futuro sean las mejores personas del mundo y hagan de nuestra querida tierra ejemplo de trabajo, educación y bienestar.
    He dicho.          Firmado: ertiopaco.